Rusia: Apriete los tornillos en las empresas extranjeras

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Nov 01, 2023

Rusia: Apriete los tornillos en las empresas extranjeras

Artículo por Compartir artículo Los primeros casos de nacionalización desde el inicio

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Los primeros casos de nacionalización desde el comienzo de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia son indicativos de un clima empresarial que empeora aún más para las entidades extranjeras, muchas de las cuales continúan operando en Rusia o están pasando por un proceso de salida largo y complicado.

Como se anticipó, las empresas extranjeras también enfrentan una mayor presión para ayudar al Kremlin a financiar su economía en tiempos de guerra, independientemente de si permanecen o abandonan el mercado ruso. Mientras tanto, el ciclo de sanciones se está estrechando en torno a entidades de terceros países comprometidas con Rusia.

El 11 de mayo, la empresa energética finlandesa Fortum informó de una amortización de sus activos rusos por valor de aproximadamente 1700 millones de EUR después de que las autoridades rusas transfirieran las acciones y la gestión de la empresa a la Agencia Federal de Gestión de la Propiedad (Rosimushchestvo) a finales de abril. Las autoridades rusas desestimaron las afirmaciones de la empresa de que la toma de posesión de sus activos fue una 'violación grave del derecho internacional y de los derechos de Fortum como inversor extranjero', afirmando que sus acciones estaban de acuerdo con la legislación nacional y que Fortum no tenía derecho a cualquier compensación.

Los funcionarios rusos han estado debatiendo la introducción de la gestión externa en, o la nacionalización de facto, de entidades pertenecientes a 'estados hostiles' desde la primavera de 2022, pero el proyecto de ley correspondiente nunca fue aprobado por el parlamento. Dichos debates fueron interrumpidos por el decreto No. 302 de Vladimir Putin del 25 de abril sobre la gestión temporal de bienes inmuebles. El decreto establece que este es un movimiento de represalia contra la incautación de los activos de Rusia por parte de estados hostiles y organizaciones internacionales. Si bien el presidente aún puede suspender la gestión temporal, es probable que estos activos sean absorbidos por empresas energéticas estatales. Según el Kremlin, la introducción de la gestión externa en otros activos de propiedad extranjera se evaluará caso por caso. El riesgo es considerable ya que varios países occidentales están explorando opciones para aprovechar o transferir activos rusos congelados en beneficio de Ucrania.

Además de la amenaza de nacionalización, el enorme déficit presupuestario obliga a las autoridades rusas a buscar nuevas fuentes de ingresos. Después de cambiar el cálculo de los impuestos para las compañías petroleras nacionales a principios de año, el gobierno ahora está debatiendo el llamado impuesto sobre las ganancias extraordinarias, que se espera que lleve el presupuesto a unos 300.000 millones de rublos (3.900 millones de dólares estadounidenses), según el ministro de Finanzas, Anton Siluanov. Si bien aún se están desarrollando los detalles, es poco probable que las empresas extranjeras estén exentas del impuesto. Aparte del golpe financiero, esto también significaría una mayor contribución al esfuerzo bélico de Rusia.

Además, las autoridades han introducido una tasa de contribución obligatoria para las empresas extranjeras que venden sus activos en Rusia, que asciende al 5-10 % del valor de la transacción. Desde diciembre, dichas contribuciones habrían agregado RUB 20 mil millones (USD 259 millones) al presupuesto. Además, el pago de dicha tarifa puede estar sujeto a sanciones y requerir una licencia especial, dependiendo del origen de la empresa.

Incluso aquellas empresas que ya se han retirado de Rusia pueden ser atacadas. La asociación rusa de concesionarios de automóviles solicita RUB 8.500 millones (USD 110 millones) en compensación a Renault por las pérdidas vinculadas a la salida de la empresa el año pasado. A menos que se llegue a un acuerdo, la asociación tiene la intención de emprender acciones legales en Rusia, lo que podría complicar la opción de la empresa de regresar al mercado ruso.

Finalmente, el riesgo de sanciones extraterritoriales para las empresas comprometidas con Rusia también va en aumento. La 11.ª propuesta de sanciones de la Comisión Europea se centra en evitar la elusión de sanciones a través de terceros países/partes. Estudios recientes indican que se han importado a Rusia volúmenes significativos de bienes sancionados, incluidos productos de alta tecnología, a través de China, Turquía y países de Asia Central y el Cáucaso.